España se ha marcado algunos de los objetivos más ambiciosos de toda Europa en el ámbito de la energía renovable. El país tiene la intención de duplicar el porcentaje de energías renovables en el mix eléctrico e ir de un 37% en 2015, aproximadamente, a un 74% en 2030, con la energía solar y eólica encabezando la marcha hacia esos objetivos. Pero seguimos preguntándonos, ¿cómo puede España beneficiarse al máximo de la transición energética a la vez que mantiene un funcionamiento eléctrico fiable y económico?

Christos Kolokathis repasa el panorama de adecuación de recursos en España y sugiere medidas que el país puede adoptar para conseguir los niveles deseados de fiabilidad al menor coste posible, mientras aumentan los niveles de energías renovables en el sistema.

El panorama de adecuación de recursos en España muestra que el mercado se enfrenta a un problema considerable de sobrecapacidad, que se espera continúe a medio plazo, incluso si se dejan de utilizar recursos anticuados. España no tiene necesidad de utilizar mecanismos de remuneración de capacidad para asegurar el suministro; adoptar un mecanismo así alargaría los problemas de sobrecapacidad y retrasaría el muy necesario retraso de plantas generadoras, con un coste innecesario para los consumidores.

Mientras el sector energético se va transformando hacia un sistema que se basa cada vez más en las energías renovables variables, el mercado también necesita adaptarse para obtener los beneficios de la transición y al mismo tiempo mantener un funcionamiento fiable de la electricidad al menor coste posible. La flexibilidad será clave para conseguir estos objetivos.

Recomendamos una serie de medidas para mejorar la flexibilidad del sistema:

  • Un diseño de mercado mayorista mejorado, implementando precios de escasez de reserva administrativa a través del mercado de balance, e introduciendo señales de precio de ubicación a la hora de fijar precios.
  • Una mayor integración del mercado español en el mercado continental, que incluya el aumento de la cantidad de capacidad disponible de interconexión con el mercado a un nivel económico óptimo.
  • Un papel más importante para la respuesta a la demanda que asegure que los precios minoristas de tiempo variable den resultados eficientes, donde el sistema de respuesta a la demanda explícito pueda participar en todos los mercados con una normativa que facilite su desarrollo. España podría también mejorar el diseño de sus tarifas de red para aumentar aún más una flexibilidad rentable en el sector de la demanda.